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Tendía a señalar
las letras encadenándolas
entre la magia de la mañana
las letras encadenándolas
entre la magia de la mañana
y el sueño aún latente.
Tendía a condenar
la maraña de la noche,
la maraña de la noche,
aclarando las pompas de jabón
de la indiferencia en una historia.
de la indiferencia en una historia.
Tendía a saborear
la pena y la desilusión,
la pena y la desilusión,
para dibujar el trazo seguro
de un camino por recorrer…
de un camino por recorrer…
Tendía a no saber
si iba o venía…
si iba o venía…
Hasta encontrarme a mí misma,
en este amasijo de luces y agua.
en este amasijo de luces y agua.
Inacabado poema,
para seguir después…
para seguir después…
Tendía a mezclar la vida y el barro
que se moldea junto a mi corazón.
que se moldea junto a mi corazón.
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