domingo, 17 de noviembre de 2013

MI CONOCIDO DESCONOCIDO...

¿Por qué será que sus ojos me seducen tanto?

No son especialmente bellos, ni su forma, ni color, como de tierra mojada, 
pero desprenden un calor especial... 
Imagino quién es cuando me mira, un instante, fijamente, para apartarse seguidamente, como nervioso de que descubra sus secretos detrás de esos ojos...

¿Y su voz? 
Al escucharlo a través del espacio es como si sólo existiéramos nosotros... 
Mis palabras se pierden e intento retomar el tiempo con banalidades... pero es irresistible... 
Se acaba y el terciopelo de su voz se escapa entre los cables dejándome fría un instante... Por eso cuando está de frente, las palabras se me pierden, entre frases y risas que nada tienen qué ver con lo que siento... 
Es un enigma, un acertijo que, desde lejos observo... mi conocido tan desconocido... llegar a él será toda una aventura...

Mientras tanto, me da por soñar, con lo que sería y no será nunca... 
Tan serio y misterioso, todo por descubrir. 
Desprende de él un ligero aroma a perfume masculino, a limpio y a jabón...
Y cuando se decide a hablar, con esa media sonrisa... que, a veces, le llega a los ojos cuando me mira... tan profundo y sincero, tan lleno y romántico... tan solo y soñador...

No puedo dejar el tiempo entre nosotros sin tener un instante siquiera en el que poder estar en su mismo espacio y respirar el mismo aire, para dejar mi estela en su alma, de tal forma que, cuando me voy, me queda el regusto de su sabor en mi boca...


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