viernes, 10 de enero de 2014

COMPAÑERO

- 102 -

Trataba de no llorar, pero era imposible,
las lágrimas acudían a sus ojos sin que las hubiese llamado,
ya nunca más estaría con él,
se marchó...dejándola un vacío con su ausencia...

Recorría el Parque una tarde más,
recordando sus paseos, sus risas y juegos,
pensando en él, parecía que la pena era menos,
que la pena no pesaba tanto...

Sólo era un perro...su perro,
enfermo, viejo y cansado ya de la vida,
su fiel amigo y compañero que ya no estaba,
para ella, todo un mundo, que ahora se había roto.

Su mirada se quedaba colgada en la lejanía,
fija en el recuerdo y en su figura,
cuánto recibió de él, cuánto le entregó,
entre aquellos árboles ya nunca volverá a ser lo mismo.

Se despedía a su manera de él,
mirando en su interior aquellos ojos,
escuchando sus ladridos de alegría, sus juegos,
sabiendo que, en alguna parte, estaría con ella siempre...



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