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Tengo el tiempo del desafío en el aire,
Y el cansancio frustrante en mis huesos.
Arrancando mi sueño sin dejar nada en el camino,
porque tenía la magia difuminada entre mis manos
y ahora no puedo sentirla.
El deseo de que todo llegue a su fin,
crea un límite entre el pasado y el presente.
Me dejo caer sin alas, sin puertas cerradas, con los ojos abiertos.
Mis besos se escapan buscando esos labios desconocidos,
que un día fueron míos,
donde encontrar el alba entre sus abrazos.
No puedo imaginar ni crear nada de la nada,
porque tengo lágrimas escondidas en una libertad embotellada.
El tiempo se me va a espasmos de aire.
Ya no puedo estar sola, masticando los pensamientos como yo querría.
Necesito que me libere y que me rompa en dos.
Escuchar su voz llamándome desde el vacío,
entre las notas de un poema y las esquinas de una palabra.
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