- 251 -
Nada tenía entonces,
nada tengo
ahora.
El tiempo se para cuando empiezo a contar.
Una sonrisa o una sombra
velada en su mirada
ahogando el momento de saber si estoy aquí o no.
Una luz
marcando el ritmo de la vida;
mientras, el
sonido me va proporcionando la cuenta atrás.
Estoy aquí.
Entre colores de la
noche,
sonidos estridentes que descomponen la realidad para distorsionarle
devolviéndome el amor sin estrenos.
Nada tenía, porque estaba empezando.
Nada
tengo ahora porque no me lleno de él.
Tan lejano y distante,
ese desconocido
que me provoca sensaciones encontradas y mudas.
Para mí no hay salida.
Las
ilusiones se van colocando sin quererlo,
para abrir una puerta a la esperanza
que voy despertando a cada pulso de piel.
Nada tenía antes de saber de él.
Nada
tengo ahora que pasa a mi lado
sin saber que es mi latido lo que escucha.
Mirando sin ver a lo largo de mis ojos,
encontrando sombras y manchas sin
identificar.
Para cuando me encuentre,
tal vez ya me esté marchando.
Cerrando tramos
y escuchando el eco de la lluvia,
que tal vez ahora, nada tenía,
y sin embargo nada
quiero tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario