lunes, 2 de diciembre de 2013

SE DESPERTABA EL DÍA

- 65 -

Me parecía haber visto una sombra alrededor de la niebla.
Temblaban mis manos de anticipación, no sabiendo qué me encontraría...
la imaginación volaba, y volaba entre dos mundos...
una mirada que creía olvidada y un rumor avanzaban por los pasillos...

Hacía frío.

Fuera se despertaba el día en medio del rugido del mar
y yo estaba sola, aterida, desilusionada...
muriendo poco a poco al saberte vacío.

Enredaba mi pelo mesándolo con los dedos...
como una caricia que se enroscaba en mi corazón
y ya no pensaba, ni sentía, ni vivía.

De pronto, entre la oscuridad se oyó el latido de algo vivo,
alguien se acercaba sigilosamente, dándome ocasión de desear que fueras tú...
Y cuando la luz bañó tu rostro, y tu sonrisa iluminó mi mirada,
la imaginación volvió a mí,
dándome el fuego que se había apagado por momentos en mi hogar...
El tiempo se cruzó entre el pasado y el presente
regalándome, por fin, lo que yo quería...:

Que tus manos lograran llenar mi vacío
y regresaras a tu lugar de siempre,
en mi mente, en mis sueños, de dónde no debiste salir nunca....


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