DÍA 78
Día 10 del año 2
Ahora mismo, acabo de enfadarme
para siempre con mi primo Edmundo y le he mandado al carajo. A él y a la
petarda que me hablaba de los kilómetros recorridos en el tiempo que fuera. Me
la acaba de jugar otra vez y ya me harté. Ale, me buscaré otro sistema que vaya
contando los pasos y me diga, esta vez con una voz como la de los marines de
las pelis americanas, los metros que voy haciendo y los minutos que invierto en
ello. Hombre ya…!!!.
De todas formas, con Edmundo o sin él, hoy sólo he recorrido
3 km. porque el gemelo de la pierna derecha se ha puesto tonto y se me ha
engarrotado. He tenido que parar y andar un poco a saltitos… Todo el mundo
mirando, como siempre. Bueno, todo el mundo no, los tres o cuatro que andaban
por allí, porque, como siempre, este parque está vacío.
Con la tarde primaveral
o veraniega que hace. Más bien veraniega. El calor era muy pegajoso, debido a
que la hierba está tan verde y frondosa que no es normal en esta ciudad. No
parece que peguen mucho, el color deslumbrante con el calor asfixiante, aunque
rimen las palabras.
Las bandadas de bichillos estaban
hoy por doquier. En cada tramo del camino, en cada recodo, en cada vereda,
había un conjunto de bichos dispuestos a incordiarme. Y lo han conseguido,
porque me he comido cientos y cientos de ellos. Me los he comido y los he
aspirado también. Con el consiguiente picor infernal de fosas nasales…
En fin.
El miércoles esperemos que se me dé mejor.
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