martes, 31 de diciembre de 2013

PARA EL AÑO NUEVO...

- 92 -

No quiero nada material, no necesito nada que pueda comprarse con dinero.
Lo que deseo, de verdad, son otras cosas... mucho más egoístas, más individuales:

Quiero que el año que entra, te conceda el sosiego y la paz que tu cuerpo necesita,
Quiero que aquello que deseas tan profundamente, se cumpla por fin.
Quiero que todas las palabras que oigas, sean de amor verdadero.
Quiero que los besos que te den, te cubran de felicidad.
Quiero que las manos que te acaricien, te llenen de deseo.
Quiero que los pasos que des, sean en compañía de la persona amada.
Quiero que la música, nunca te encuentre en soledad.
Quiero que los poemas, se escriban pensando en ti.
Quiero que los sentimientos, te desborden el corazón.
Quiero que el amor, no se vaya de tu vida.
Quiero que en tus sueños, aparezca todo lo bello de la vida.
Quiero que tengas las sensaciones positivas, en todo momento.
Quiero que la sonrisa, no desaparezca de tus labios.

En definitiva..., si tú lo tienes... yo también. 

lunes, 30 de diciembre de 2013

TU NOMBRE

- 91 -

Se me desgarra la voz cuando quiero llamarte, dando un grito a la nada,
modulando una palabra que estalla entre mis labios
pronunciando tu nombre entre el aire que nos envuelve...
tu nombre...
como si fuera una balada al ritmo que marcan tus pasos,
frenéticamente al son que tocábamos entre el anhelo y los sueños...
siempre vuelvo atrás, a dejarme la piel y la alegría,

Se descompone mi voz porque no estás conmigo y siento angustia...
nublándose los ojos si te veo, como cuando no sé,
cuando no me apetece medir mis palabras, roncas y vacías,
llamando a la nada, a lo solitario del camino,

Se me deshace la voz en mil colores, entre pinceles y pinturas de la vida,
porque no sé lo que digo, y me confunden las tardes quietas y lluviosas...
dejándome llevar por el tiempo, yendo a contracorriente,
tumbándome en la yerma hierba congelada del invierno...
porque, a veces, sí que oigo tu voz entrecortada,
que me nombra entre susurros sin tener nada que decir,
sin sentimientos al abrigo de la noche...

Ojalá pasen los días y me pierda
entre lo que quiero sentir y lo que necesito recordar....

domingo, 29 de diciembre de 2013

A MIS AMIGAS DE SIEMPRE...

- 90 -

Cómo caminó mi corazón hacia atrás,
enmarcando nuestras vidas en un cuadro un poco difuminado...

Cuántas caras que eran para mí,
como volver al pasado sintiendo que las tenía a todas en mi presente.

Qué emoción notó mi alma al recordar vuestras voces,
y nuestras risas, en nuestras vidas compartidas durante unas horas...

Se abría la luz a cada momento,
en el que la alegría no dejó de llenarme,

Iluminándome con su presencia encantadora,
pensando que una vez formaron parte de mi día a día,

Verlas allí, tan igualmente auténticas, tan femeninas,
tan distintas unas de otras,

Escuchar las voces, las canciones, los gritos,
las carcajadas de felicidad para mi corazón...

ha sido revelador, enternecedor,
y ha dejado mi espíritu henchido y feliz para una buena temporada...



viernes, 27 de diciembre de 2013

TUS OJOS...

- 89 -

Eran ojos amarillos, dorados poéticamente,
con atisbo verdes, con pupilas negras, fijas en mí.

Eran ojos como luces, en tonos del otoño,
amables en su color, como el chocolate a veces, casi siempre...

Eran ojos pequeños y confusos,
pero míos en ese momento...

Los tenía prisioneros, los bañaba con mi desdén,
los regaba con mi risa, los devoraba con mi mente...

Eran ojos de peregrino, sin hogar ni refugio,
martilleándome a cada latido, sin noches, ni magia.

Eran ojos de duende, que se escondían de mí,
intentando controlar el miedo a desaparecer.

Eran ojos que no sabían que yo era cautiva de su mirada,
sin ambages, ni discusión, estando encadenada a ellos sin evitarlo.

No sabían que yo sueño en su profundidad,
en su parpadeo no quiero que me mientan,
no quiero compartirlos, no deseo que no sean míos...

Eran ojos inocentes hace años, olvidados ahora entre el tiempo,
eran ojos para mí... ahora, en este momento.




jueves, 26 de diciembre de 2013

SÓLO POR OÍR TU VOZ

- 88 -

Sólo por oír tu voz una vez, a escondidas,
casi robándola, para tenerla después
hasta que se extinga entre mis pensamientos...

Sólo por oír tu voz que parece música,
modelándola en su tono apropiado, como susurrando,
tan masculina, tan seductora, haciéndome temblar...

Sólo por oír tu voz en la callada conversación,
en la que nos quedamos mirándonos sin saber qué decir,
ni decimos lo que en silencio nos mostramos...

Sólo por oír tu voz de terciopelo y fuego,
a través de la serena risa que acostumbras a acompañarla,
entre palabras entrecortadas y enigmáticas...

Sólo por oír tu voz cantarina y jovial,
cuando pronuncias mi nombre entre tus labios
y esa cadencia se escapa como un suspiro...

Sólo por oír tu voz tan sensual
que me provoca escalofríos en el estómago
tiñéndose de rubor cuando llega a mi cerebro y descansa allí...

Sólo por oír tu voz me tropiezo y me desboco,
sólo por eso tengo prisionero mi recuerdo
con su timbre levemente acompasado,

y mi romántica mente se evade en mil y un pétalos de notas
enredando las letras que forman tus sueños,
y que conforman para mí, el sentimiento de tu voz...


miércoles, 25 de diciembre de 2013

NO SABES CÓMO ME GUSTA

- 87 -

No sabes cómo me gusta,
alzar la mirada hacia el cielo, sintiendo toda la fuerza,
la lluvia mojándome y limpiándome,
el viento borrando lo que estaba mal,
quedándose sólo una pequeña ráfaga que enreda mi pelo.

No sabes cómo me gusta,
Devolverme la sonrisa que había perdido.
Qué poco necesito para ser feliz...
caminar por la acera de mi casa,
encontrándome a cada paso.

No sabes cómo me gusta.
Las gotas resbalando por mi cara,
bajando por mi cuerpo hasta la tierra,
arrastrando los malos pensamientos y la tristeza,
oliendo a limpio;

y no sabes cómo me gusta,
el sabor del chocolate, el sabor de la vida,
paladeando hasta quedarme sin sentido,
con una sola mirada me llenarías, me cegarías, me aturdirías,
me incomodarías, me relajarías

y no sabes cómo me gusta
el no saber nada más allá,
desde aquella vez, en que vino y se fue, se fue y volvió...
sin que yo lo sepa, siempre que no me encuentre adormecida,
entre mis pensamientos que, a veces se quedan así, en blanco

y no sabes cómo me gusta.
No sabes cómo me gusta,
que me dediques un minuto o dos,
que me hables y me cuentes, que me tengas y no...
No, no sabes cómo me gusta...



martes, 24 de diciembre de 2013

A PESAR DE TODO...

- 86 -

A pesar de la luz tenue de las velas, esa luz que hace sombras por detrás, y que van titilando entre la ventana, por donde aparece el reflejo de la lluvia...

A pesar de la calidez del ambiente, el fuego en la chimenea, la tibieza del hogar, y ese olor a leña y a romero, que me llega...

A pesar de la tarde y la noche, de esa hora mágica en la que los sueños empiezan a parecerse a la realidad, esa hora en que no es todo oscuridad... y nos deja un atisbo de luz...

A pesar del murmullo de la lluvia, a veces como un rugido, otras como una canción... que me llama desde el cristal y me invita a escuchar indefinidamente...

A pesar de la música que me regala las notas de una canción... que me transporta en ella haciendo que cierre los ojos y aspire profundamente...

A pesar de mis latidos, que juegan a la vida, ocasionándome un repicar lento, acompasado... que sólo yo siento, y que siento con fuerza..

A pesar de todo, no está todo, nunca se tiene lo suficiente... y yo siempre quiero más...
Por eso, en esta noche mágica, me encuentro en este punto en donde puedes buscarme si quieres, estoy para ti, esperando, sonriendo, tendiéndote una mano, lanzándote un beso, y sobre todo trazando un camino, construyendo un puente, para que puedas venir hasta mí...

Para ti, por ti...


Feliz Navidad!!!!

EL MONASTERIO (1)

1

     Se escuchaban los cánticos a lo lejos, parecía un monasterio. Cuando se hizo el silencio, fue abrumador. No había sonido alguno que identificara ningún tipo de vida a lo largo de ese camino empedrado y sinuoso... no parecía llevar a ningún lado y de repente una puerta de rejas mohosas y llenas de herrumbre apareció en mitad de la vereda... 
   La reja estaba medio abierta e invitaba a pasar sin permiso a través de ella, para descubrir los secretos que escondía... 
     El monasterio se recortaba entre la luz opaca de la tarde que ya caía. Una neblina subía por entre los árboles, llenando de humedad y misterio el ambiente... El viento levantó algunas hojas esparcidas por la explanada de acceso al edificio... y el sonido de los pasos se escuchaban en los enlosados del piso a medida que se acercaba con temor hasta la puerta... 
     Cogió la aldaba con forma de garra, -extraño objeto para tratarse de una puerta de acceso a una casa religiosa-, y llamó queda y repetidamente. El eco retumbó en sus oídos al compás de los golpes a la madera de la puerta, y el silencio se repitió como una agonía que le llegaba hasta la garganta, cerrándola de pronto sin dejar salir a penas el aire... Hacía frío y lo sentía también en el alma.

     De pronto, unos pasos se escucharon amortiguados por la puerta, acercándose lentamente, y ésta empezó a abrirse poco a poco... como si una mano invisible la moviera. Dejando un resquicio por donde pudo pasar con algo de dificultad. 
      Una vez dentro y como con un resorte, la hoja de la puerta se cerró violentamente dejándolo encerrado, con el miedo atrapando sus entrañas como si de manos de hierro estuvieran hechos los dedos que lo apretaban... Su mente fría de pronto razonó y se dijo así mismo que había sido el viento el que había abierto la puerta y la había cerrado poco después... pero.. y ¿los pasos que escuchó?. ¿Y los cánticos? Se estaba dejando llevar por su imaginación y ésta no le dejaba pensar correctamente. 

      Fuera, las nubes se cerraron de pronto y una tormenta se desencadenó por momentos, empezando a llover con fuerza, haciendo que las gotas de agua rebotaran en las ventanas de las altas paredes. No tenía mucha visión, entre la noche que amenazaba por quedarse y el temporal, sólo se recortaban las figuras de lo que parecía una antigua iglesia... no había bancos, pero al fondo, en el centro, se levantaba un altar de piedra.

lunes, 23 de diciembre de 2013

QUE NO TE FALTE LA LUZ

Nace de la esperanza,
el sol que calienta tus días, que te lleva la brisa de la mañana,
por eso yo te deseo que no te falte nunca,
Que no te falte la luz, para que te inunde,
que no te falte la alegría, ni la voz,
para que cantes...

Nace de la vida,
también del rocío con que se bañan las flores en primavera,
por eso yo te deseo que no te falte nunca,
Que no te falte la sonrisa, para mi alegría,
que no te falte la música, ni el sol,
para que bailes...

Nace de la ilusión,
y de las noches frescas en el jardín de tu casa,
por eso yo te deseo que no te falte nunca,
Que no te falten los besos, para que seas feliz,
que no te falte el amor ni los sueños,
para que vivas...

ME GUSTARÍA REGALARTE

No sabía qué regalarte, por eso:
Me gustaría regalarte la primavera, inundando de flores tu ventana,
regalarte el deseo de las gotas de rocío
y el calor del verano.
Regalarte las notas de una canción,
algunas que todavía flotan sobre nosotras,
Regalarte la música que te haga soñar..
Me gustaría regalarte la risa, la alegría de nuestra juventud.
Regalarte la dicha y los juegos,
el recuerdo de lo pasado, lo presente y lo que está por venir...
Te regalo mi amistad,
te la envuelvo entre deseos de amor para ti...
Me gustaría regalarte la ilusión en tu día a día...
en lo que haces, lo que emprendes, lo que te hace feliz.
Me gustaría regalarte las horas de paz,
el descanso y los sueños,
Te regalo mi alegría de saberte ahí,
Me gustaría regalarte, en definitiva, la felicidad...





LO QUE ESTÉ POR LLEGAR

Quisiera que tuvieras, aquello que quieres,
el deseo que necesitas, lo que está por llegar para ti...

Quisiera que lo necesitaras, aquello que deseas,
y se convierta en realidad tu sueño de hoy...
Quisiera que lo soñaras, aquello que amas,
que sea real en tu vida, lo que está por llegar para ti...

Quisiera que lo amaras, aquello que sientes,
el anhelo de tus días, tus sentimientos,
Quisiera que sintieras, aquello que sueñas,
todos los días, lo que está por llegar para ti...

Quisiera que lleguen a ti, tu sueños, tu amor,
tu deseo, tu necesidad, lo que está por llegar para ti...
Y lo que esté por llegar para ti,
quisiera que llegue y se quede contigo para siempre...




ENTRE DOS LUCES

- 85 -

Se abre el cielo y empieza a descargar con rabia,
esa furia que estalla encima de mí
y me deja después sin fuerzas.

La ira y la sin razón...

Esa incertidumbre de no saber cuándo llega,
cuándo se desata, cuándo por fin, finaliza...

Me dejaba llevar por mis emociones...
siempre tan intensas, tan agudas...

Quiero quitarme la tela de araña que me aprisiona
y dejar que el viento borre las huellas de la tristeza...

Me encuentro entre dos luces,
esa que trae la tarde que aún no es noche...
que en mí es recurrente porque es la mejor hora...

Quiero quedarme aquí,
en ese momento en que ya no es de día,
en ese en que las sombras,
aún difuminadas, me dan un refugio.

Mañana... Sí, mañana vendrá de nuevo
esa lluvia que se llevará mis lágrimas...


EL MONASTERIO (2)

2

       Anduvo lentamente hacia allí, sintiendo una aprensión en su pecho que antes no tenía. A medida que avanzaba iba escuchando sus propios pasos retumbar en el piso de piedra poniéndose cada vez más nervioso...Cuando lo tuvo al alcance de su mano creyó entrever una sombra que, estática, parecía que le observara desde el fondo de la nave, justo en el lado contrario por dónde él había entrado... podría jurar que se oía quedamente un leve estertor que provenía de aquella figura...
       Su mente racional le decía que era una simple estatua -al fin y al cabo, aquello parecía una iglesia-. Pero su inquieta imaginación afirmaba fehacientemente que aquello era un ser, si no de carne y hueso, sí respirando de alguna manera...El aliento se le volvió vaho, al transformar su valentía en miedo...

       De pronto, aquella figura comenzó a avanzar hacia él deslizándose suavemente con un sinuoso y leve movimiento. Parecía que flotaba...El temor paralizó sus miembros, negando a sus piernas el más primitivo de sus instintos: huir.
       La figura se paró a escasos metros de él, antes que alguna de aquellas altas ventanas pudiera arrojar un atisbo de luz... La noche, de todas formas, había ido tomando su sitio y las nubes impedían que la luna regalara algo de su claridad...

      Cuando logró que sus ojos se fijasen más atentamente en aquello, comprobó que, si bien parecía que respiraba, no daba otras señales de vida... Aguzó la vista para poder distinguir su rostro a través de las sombras. Aquello parecía una mujer... con la suave silueta de su cuerpo envuelta en una túnica blanquecina completamente destrozada, con jirones de tela que envolvía unos pechos femeninos. Pero lo verdaderamente siniestro eran sus ojos... o la falta de ellos, porque aquel rostro estaba como vacío, sólo se apreciaban las cuencas negras y profundas donde debieran estar sus glóbulos oculares, pareciendo mirarle fijamente sin ver, desde aquella cara pálida de huesos prominentes, casi sin carne en sus mejillas, con los labios formando una siniestra sonrisa... Una de sus manos descarnadas apuntaron hacia una puerta lateral que no había visto hasta ese momento, y que comenzó a abrirse tan lentamente que estuvo contando los segundos de su vida, sintiendo el sudor frío recorriéndole la nuca, bajando por su espalda y llenando de pánico su corazón desbocado...


domingo, 22 de diciembre de 2013

BURBUJAS

- 84 -

Tengo burbujas en mi cabeza...
Vuelvo los ojos hacia las sombras
que me dieron algo alguna vez
y no encuentro el camino...
aunque me hablan las personas que me rodean,
aunque me lleno de voces que pronuncian mi nombre,
Estoy sola... porque quisiera tenerlo todo,
ambiciono tu persona, tus sentidos, tu cuerpo, tus palabras...
Ya no me llega nada...
de aquellas ondas que tuvimos entre nosotros solo queda el vacío...
Y sigo teniendo burbujas...
que se mezclan con mi pesar y mi alegría...
se me traducen los signos que no significan nada...
aquellos invierno, aquella magia...
Hoy estuve a punto de rozarle con mis dedos.
Al final se desvaneció... solo quedó el pensamiento,
un pensamiento sin sentido, un pensamiento sin alma...
No me llevé nada, pues nada quedó.
Las imágenes que tengo no son parecidas a lo que es en realidad.
Por eso necesito un atisbo del día de hoy,
que me dé el regalo de tu vida y tu latido...
no soy yo, ya no...
solo una sombra que un día quedó.
Las cenizas de mi memoria,
la nada entre dos mundos, el agua y el sol... nada.
En blanco y negro, sin verdad,
con burbujas en mi cabeza...




EL MONASTERIO (y 3)

- 3 -

     La puerta daba a un patio exterior, lúgubre y solitario como todo lo que allí habitaba... No había nadie. Sólo se distinguía, desde donde yo me encontraba, sombras acechantes que pugnaban con tragarse cualquier cosa que se dignara a atravesar aquella puerta. 
      La figura comenzó a moverse con un susurro, dándome a entender que quería que la siguiera... Mis piernas, ajenas totalmente a mis deseos, comenzaron a caminar en pos de la aparición, sin que mi voluntad tuviera nada que hacer... Mi cuerpo se movía hacia aquella puerta, al fin y al cabo, era una salida...

     Había dejado de llover y la luna, por fin, aparecía en el horizonte cubriendo con su luz un páramo cuajado de tumbas, que dormían a uno y otro lado de una senda de piedra que iba atravesando aquel lugar... Nos íbamos acercando a una cripta de gran tamaño. Yo llevaba el miedo alojado en el estómago y el terror en la mirada...
     Mi cabeza iba dando vueltas al por qué de mi estancia allí... Algo misterioso y sin sentido había hecho que mis pasos se dirigieran hacia aquella música que oí en el bosque, como ahora, sin voluntad...
     Al entrar en la cripta, comprobé que había un número indeterminado de seres que, al igual que el que me precedía, iban envueltos en túnicas, o sábanas o ropajes de alguna u otra época, todos ajados y marchitos... todos vacíos, tétricos, casi etéreos. Empezaron a entonar un cántico mientras una campana empezó a tañer como cuando se llama a los difuntos...
    Me quedé en el medio y sin saber cómo, mi cuerpo fue perdiendo fuerzas cuando miles de bocas hambrientas me iban devorando, iban bebiendo mi sangre. Sólo dolió la primera vez, un dolor sordo y profundo, mientras mi espíritu se liberaba, sin emoción, ni angustia, sin miedo ya...
     Empecé a notar cómo la Muerte, con su dulce beso, me envolvía en unos instantes en los que ya no necesité inhalar el aire helado que recorría los muros de aquella estancia... nadie parecía darse cuenta que mis sentimientos se volvían egoístas, que necesitaba de otras almas vivas para seguir existiendo... de cómo aquella música confundía a los transeúntes.... Poco a poco, fui perdiendo la noción de ser persona, me queda poco tiempo, por eso mi antiguo yo, aquello que algún día fui se aleja y se pierde en la neblina de la noche... ya no soy yo, ya casi no puedo pensar... ya no existo...
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     A lo lejos, otro día, en otro instante, delante de la puerta del Monasterio, una persona se paraba y llamaba cadenciosamente sin saber que su cuerpo alimentaría una almas perdidas en aquel paraje solitario, sin que nunca más se volviera a saber de ella...





sábado, 21 de diciembre de 2013

REENCUENTRO

- 83 -

Las nubes cubrían el cielo mientras te esperaba. La tarde se hizo noche muy pronto. Estábamos en diciembre y hacía frío en la calle. Las luces de la Navidad inundaban de color las fachadas y la gente pasaba por delante de mí sonriendo. Observé desde lejos cómo te envolvía la niebla mientras avanzabas hacia donde yo me encontraba, con las manos en los bolsillos del abrigo. Levantaste la mirada descubriendo mi sonrisa... y entonces tus ojos se iluminaron, y yo sentí que temblaba... Llegaste a mi lado en un segundo, en el que recorrí tu cuerpo con la mirada, queriendo abarcar todo para no olvidarte... Te estaba viendo después de tanto tiempo sin saber de ti... 
Ahora sí, mi mundo estaba entero, habías llegado, por fin, estabas aquí, conmigo, sin poder hablar, sólo mirándonos, como queriendo hundirnos cada uno en los ojos del otro y llenarnos mutuamente. No era así como yo te recordaba. El paso de los años habían cambiado un poco tu aspecto, pero allí, en ese hombre, estabas tú, de alguna manera. De igual forma te embebías así de mí, y de mis emociones... No sabíamos qué hacer. A fin de cuentas éramos dos desconocidos, que una vez sintieron algo, el primer amor, la niñez, la ilusión, el recuerdo... 
Todo empezó a florecer otra vez descargándose entre nosotros esa corriente eléctrica que hizo que el frío del invierno floreciera en cálido temblor... Nos fuimos acercando para besarnos como dos amigos que se encuentran, con los ojos conectados, fundidas las miradas, ahondándonos en nuestras almas... pero fuimos directos hacia los labios... sin pensar, siguiendo el camino que ambos deseábamos desde hacía tiempo. 
Siendo libres para besarnos, rozamos nuestros labios como una caricia, temblando, suspirando, cerrando los ojos para sentirlo mejor, más cerca... Tus brazos rodearon mi cintura atrayéndome hacia tu cuerpo, mis manos acariciaron tu nuca... y ese, nuestro primer beso, ahondó en nuestros corazones, se llenaron nuestras bocas con nuestros anhelos, mientras la fría lluvia nos mojaba y nos dejaba libres y perdidos...


EN EL PARQUE... (1)




- 41 - 


Iba corriendo, el sudor recorría su espalda haciendo que la camiseta se le pegara a la piel dejando que el contorno de su cuerpo se distinguiera claramente... la respiración acompasada iba marcando su ritmo... De pronto la vio. Corría delante de él, con esa silueta llevando con gracia sus pasos, tan elegante, tan femenina, a pesar de ir sudando y con el cabello recogido de cualquier manera... Ya se habían cruzado antes, y sus ojos habían conectado notando el brillo del esfuerzo en ellos... Pronto la alcanzaría y empezó a notar unos extraños nervios en su estómago... ya no tenía edad para esos sentimientos adolescentes, pero lo notaba en cada poro, en cada exhalación de aire, en cada pulso... hacía días que la veía y la tensión era la misma: se cruzaban, se miraban, y seguían cada uno su camino. Hoy era distinto, iba a correr a su lado durante un instante, si bajaba el ritmo, podrían ser unos segundos más... 


Ella notó su respiración detrás. Miró y allí estaba él... tan viril, tan atractivo, con sus ojos fijos en ella, aunque los desvió inmediatamente... Un escalofrío recorrió su cuerpo, ya había reparado en él hacía varios días, cuando habían coincidido en algún otro tramo del trayecto que hacían corriendo... Iba a pasarla, a lo mejor se quedaba unos minutos en su misma velocidad... le gustaría hacer algo, algo que le dijera que... no sabía qué... 



Indecisa, sus piernas temblaron levemente cuando él llegó a su lado... se miraron...; los ojos marrones de él se hundieron en la mirada verde de ella, nadando en ellos, ahogándose tal vez. Fue un segundo, un maravilloso segundo en el que sus mundos desconocidos conectaron, en los que se dijeron mil cosas sin palabras, en los que los sentimientos saltaban de entre las chispas que propagaron esa corriente que surgió solo con una mirada... 

De pronto, el camino se abrió en dos, y cada uno llevó sus pasos hacia un lado, alejándose uno de otro, cada uno en su vida, tan distintos, tan iguales... hasta el próximo día, en que vuelvan sus pasos a encontrarse, en ese camino, soñando con poder verse otra vez... en el mismo tramo del parque..-

viernes, 20 de diciembre de 2013

EN EL PARQUE (2)

- 49 - 

Corría por el Parque pensando que hoy ya no la vería, cuando la sintió de lejos... pero no iba sola, una chica corría junto a ella... parecían felices, ajenas a la angustia que sufría él al no poder tener la oportunidad de hablarle, y decirle... no sabía el qué... 
Cuando se cruzó con ellas, quiso que su imagen se quedara grabada en su memoria tanto tiempo como fuera posible... y se quedó mirando, con todo el mundo puesto en sus emociones. 
Ella le devolvió la mirada y la sonrisa le subió a los ojos, una sonrisa de reconocimiento y casi afecto. Como si ellos ya se conocieran...

Cuando ella le miró, sólo se preguntó qué estaría pensando él... si de alguna manera sabría que era ella la que iba a correr por allí todos los días... creyó que si se cruzaban, él podría decirle algo, o tal vez ella misma se atrevería a dar un primer paso... pero hoy no iba sola y no iba a tener oportunidad. 
Su cuerpo atlético la fascinaba, no lograba desprenderse de la ilógica sensación de conocerle de alguna manera, pero en verdad, no sabía nada de él... 
Se acercaba, ya estaba allí... mirándola, cuando la sonrisa le cubrió el gesto de sorpresa, ella enredó sus ojos en su boca sin poder desprenderse... 

Cuando pasaron casi rozándose... fue más fuerte el impulso, no pudieron resistirse y los dos, a la vez, voltearon la cabeza para seguir unidos un instante más...:

- ¿Mañana por aquí? Dijo él.
- Sí. A la misma hora... Contestó ella...

AHÍ ESTÁS...

- 82 -

La sonrisa no solo estaba en tu boca, también subió a tu mirada.
Se iluminaba tu cara cuando hablabas,
imaginando que me dedicabas un atisbo de interés 
en esos tus ojos marrones, cálidos y sugerentes...
Cuando te escuchaba, en un susurro tibio y dulce,
cuando el timbre de tu voz me llenaba de paz el cerebro,
y conseguían tus palabras entrar en mí...
Cuando me quedaba mirándote y perdiéndome en tu rostro,
para abarcarlo todo, para quedarme con tus rasgos.
Con tus pequeños defectos, que se vuelven hermosos...
Me atrae el roce de tus manos con las mías, como quien no quiere la cosa...
Dedos finos, masculinos, queriendo llegar a ellos de alguna manera.
Tu risa me nubla la mente, tan cristalina y natural,
tan sincera que llega hasta mi corazón en forma de latido intenso.
Un breve instante, una conversación superficial, con trasfondo,
dejando escapar la imaginación y un sueño nuevo...
Llegamos, todo vuelve a ser real, el corto tiempo que hemos pasado...
las palabras que se quedaron atrás, el tiempo que no supo crecer entre nosotros...
una despedida y me hundo en tu mirada, deseando encontrarte detrás...
Sí, ahí estás, para mí... como yo intuía...


jueves, 19 de diciembre de 2013

AMANECÍA...

- 81 -

Era por la mañana, cuando aún casi no había amanecido,
cuando casi no había luz entre las calles...

La lluvia lo llenaba todo... con un manto de gotas y una sensación a mojado
que me dejaba casi sin aliento...
tan espectacular era...

Esa media luz que me llevaba por las aceras,
pasaba entre el viento que con fuerza me azotaba, dejándome sin pasos para andar...
El agua se escurría entre el paraguas y mis dedos,
e iba mojando mis pensamientos borrando, de una vez, el agobio y las prisas.

Me sentía pletórica y feliz... no quería que el camino se acabara nunca.
El suelo cuajado de hojas dormidas
que llevaban pintadas mil y una gama de colores marrones, ocres y verdes...
Los colores del otoño que se muere...

No había nadie por la ciudad,
las farolas apagadas me devolvían el gris de esta mañana solitaria y silenciosa...
Grandiosa la sensación en mi alma del reflejo de la lluvia en mis manos
que me daba la vida y la esperanza, como siempre...

Tan especial para mí...tan profundo de tan intenso que era en ese momento,
alzaba la cara hacia las nubes, sin importar mojarme,
sintiendo los destellos del día para tenerlos conmigo...

Al llegar a mi destino me he sentido pletórica, con energía, feliz...
dejándome llevar por todas las sensaciones que en esa hora amanecían...




EN EL PARQUE (3)

- 50 - 

Llevaba dos vueltas al Parque y él no había aparecido... ¿le entendería mal? ¿sería una broma? 
Estaba intranquila doblemente: - por un lado, si aparecía no sabía cómo tratar a una persona de la que no sabía absolutamente nada... - pero si no llegaba, se sentiría profundamente decepcionada; Y la verdad, no sabía cual de las dos versiones quería que sucediera...

Finalmente le vio llegar a lo lejos con su correr tan deportivo, tan elegante...parecía un verdadero dios... tan masculino y desprendiendo aplomo y seguridad... 
Según se acercaba fue dándose cuenta de que algo iba mal... parecía que se resentía de una pierna, y su cara... en su cara se formaba, alrededor de su ojo izquierdo una hinchazón de tono azulado... 
Algo había pasado. 

Cuando llegó a su altura, ella intentó sonreír, pero no pudo... sus ojos no se apartaban de los golpes que se apreciaban en su bello rostro... Él cambió su rumbo para correr a su lado y frenó su ritmo para poder ir junto a ella... 

La miró de reojo queriendo saber qué pensaría de su aspecto y si se preguntaría qué le había ocurrido... 
Ella le miraba de soslayo sintiendo un millón de sensaciones... sin saber cómo manejaras en primer lugar.

- Llegas tarde... ya me iba..., le dijo ella.

- Sí, he tenido un contratiempo. ¿Quieres quedar para tomar un café más tarde?. Respondió él.

- ...Uhhm! ¡De acuerdo...!

Cuando se separaron con la promesa de encontrarse después, ella se adelantaba a sus emociones, llenándose de perspectivas... él, en cambio, no podía casi respirar de cómo le agitaban por dentro, los sentimientos que tenía, sin conocerla siquiera...